Trabajé durante mucho tiempo en el área de diseño gráfico, y a menudo veía cómo las empresas rediseñaban su identidad visual cada 3 a 6 meses tras haberla renovado. Nunca se sentían completamente satisfechas, a pesar de que, en muchas ocasiones, su línea gráfica representaba muy bien la marca. Simplemente se cansaban de ver lo mismo y no se daban cuenta de que estaban empezando a construir una identidad sólida, como si fuera un castillo de naipes que derribaban por aburrimiento, comenzando de nuevo en un ciclo sin fin. (Aquí podría sonar la canción de El Rey León).
Olvidaban algo crucial: la disciplina y la constancia son esenciales para el branding. La disciplina es necesaria para seguir las reglas de un manual de identidad y construir una imagen sólida en la mente de los consumidores, mientras que la constancia ayuda a que esa identidad se grabe en ellos.
Pero basta de charla, ¡vamos a lo importante!
¿Qué es el Branding?
Durante mucho tiempo, el concepto de branding me resultaba confuso, pero hoy quiero explicártelo de manera clara y con ejemplos.
“Una marca es un nombre, un término, un diseño, un símbolo o cualquier otra característica que identifique el bien o el servicio de un vendedor y lo diferencie de los de otros vendedores.”
American Marketing Association
El Branding es lo que una persona tiene en mente cuando piensa en un producto, servicio o actividad que ofrece una empresa, tanto de manera racional (este producto es bueno y económico) como emocional (este producto me hace sentir empoderado). No se trata solo de los beneficios físicos que ofrece la marca, sino también de las emociones que despierta en los consumidores. Esta combinación entre lo racional y lo emocional se desencadena cuando alguien ve tu logotipo, tu identidad visual, tu nombre o incluso el mensaje que comunicas.
Tu producto puede ser copiado fácilmente si es exitoso, pero tu marca, nunca. Déjame ponerte un ejemplo de dos marcas con una historia de competencia muy marcada.
Ambas marcas tienen un sabor muy similar, pero muchas personas se sienten más conectadas con una marca que con la otra.
¿Te has preguntado por qué?
Haz el siguiente Quiz y descúbrelo: 👇
¿Pudiste reconocer todas las marcas? El branding de estas empresas es tan fuerte que podrías eliminar sus nombres y aun así reconocerlas.
¿Lo vas entendiendo? ¡Sigamos!
El Branding otorga poder a los productos y servicios, les da un significado y un valor que, posiblemente, tu competencia no ofrezca. Por eso, es fundamental generar ese valor añadido.
¿Por qué el Branding es más que un simple logotipo?
Primero, hay que entender que el Branding es la promesa que haces a tus clientes, la expectativa de lo que ellos esperan recibir de tu empresa.
Para explicarlo mejor, déjame mostrarte algo que me enseñó mi exjefe en una clase de inbound marketing: el famoso Círculo Dorado de Simon Sinek.
Esta teoría, acuñada por Simon Sinek, es muy utilizada en el inbound marketing y el marketing de contenidos. Divide el propósito de una marca en tres partes: el why (el “por qué”), el how (el “cómo”) y el what (el “qué”). Si quieres saber más, te invito a leer mi artículo sobre ¿Qué es el Círculo Dorado?.
Como empresa, es crucial tener claro por qué haces lo que haces, cómo lo haces y para qué lo haces.
El valor que le das a tus clientes es lo que ellos esperan recibir de tu empresa, y por eso recomiendo enfocarse primero en el POR QUÉ, ya que esta es la base emocional que genera ese valor añadido.
Por último, el logotipo es la representación visual del por qué, el cómo y el qué de tu empresa.
¿Cómo desarrollar el Branding de mi empresa?
Sé que puede parecer abrumador saber por dónde empezar. Créeme, me ha pasado. Siempre encontraba excusas: que no tenía tiempo para redefinir la identidad de mi marca, la línea gráfica, la tipografía, las redes sociales… en fin, parecía una montaña. Pero cuanto más lo pospones, peor se vuelve.
Así que respira hondo, enfócate, toma papel y lápiz, y toma nota.
Paso 1: Realiza una auditoría completa de tu empresa
Antes de poder solucionar un problema, necesitas saber cuál es. Por eso, es fundamental hacer una auditoría general de tu empresa. Examina el mensaje actual que estás comunicando, cómo es tu identidad visual, tu papelería, tu presencia en redes sociales y la experiencia de usuario en tu sitio web.
¿Todo esto transmite lo que quieres que comunique tu marca?
Analiza tus fortalezas y debilidades. Realiza un análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades, Amenazas) y sé honesto contigo mismo. Pregúntate: ¿qué necesita cambiar? ¿Qué elementos vale la pena conservar? Este es también un buen momento para investigar a tu competencia y contrastarla con tu propia empresa.
Paso 2: Crea un plan basado en el Círculo Dorado
Reúne a todos los líderes de tu empresa (no solo a los equipos de marketing y ventas) y organiza un debate sobre lo que representa tu empresa: la misión, la visión, los clientes, el equipo, los productos o servicios y, por último, la promesa de marca. Todo esto debe estar alineado con el Círculo Dorado.
Es importante tener a alguien que dirija la discusión, ya sea alguien de tu equipo o un profesional de branding que pueda ayudar a comunicar el mensaje de manera efectiva y guiar el proceso.
Paso 3: Involucra a toda la empresa
Recuerda que la cara visible de tu empresa son tus colaboradores. Ellos deben conocer a fondo lo que la empresa quiere transmitir. Haz encuestas en las diferentes áreas para descubrir cómo tus empleados perciben la marca y qué creen que debería comunicar. Esto asegurará que todos estén alineados y en la misma página.
Paso 4: Genera valor en tu empresa
Ahora es el momento de tomar toda la información recopilada y usarla para crear una estrategia de branding unificada, representándola visualmente en tu logotipo. En algunos casos, esto significa actualizar el logotipo existente para reflejar mejor la promesa de la empresa.
Es crucial no escatimar en gastos. No es momento de pedirle al sobrino de tu jefe que diseñe el logotipo. Piensa en esto como una inversión a largo plazo, ya que es cómo tus clientes percibirán tu marca en los próximos años. Contrata a una agencia o un experto en diseño de logotipos.
Importante:
Evita el “diseño por comité.” Si contratas a una agencia o un diseñador, deja que hagan su trabajo. Ellos tienen la experiencia y son expertos en el tema.
He tenido muchas experiencias en las que, después de presentar un diseño, el cliente decía: “¡Me encanta! pero mi esposa sugirió que añadamos una persona usando el producto, y el equipo de ventas propuso más colores y más diseño.”
Perdón por meter a los chicos de ventas en esto 😅.
Recuerda, estás contratando a un experto, así que deja que ellos lideren este proyecto. No es el momento de pedir la opinión de toda la empresa, o terminarás con un logotipo “Frankenstein” con un poco de todo.
Paso 5: Desarrolla un manual de marca y haz que se cumpla
El diseñador o la agencia que contrataste para el logotipo también puede crear un manual de marca. Asegúrate de preguntar si este servicio está incluido en el presupuesto.
Este manual debe explicar cómo se debe representar visualmente tu marca, qué colores usar, las fuentes adecuadas y cómo aplicar el logo en diferentes formatos (papelería, presentaciones, fondos claros, oscuros, etc.).
Tu trabajo ahora es asegurarte de que se cumpla al pie de la letra. Esto puede ser un reto, ya que todo tu equipo debe respetar las reglas establecidas. Muchas veces, la mitad del equipo no sigue las normas del manual, así que mantente atento para que tu marca no pierda coherencia y profesionalismo.
Conclusión
Al final, una marca se percibe por el valor que genera y los beneficios que ofrece, y el branding es la estrategia detrás de una marca con una promesa de valor clara.
Recuerda, cada marca es única. No intentes imitar a los demás, porque al final todos venden algo. Pero, ¿qué es lo que realmente vendes tú?
Espero que este artículo te haya sido útil y que ahora tengas una idea más clara de lo que es el branding. Gracias por leerme, y nos vemos en el próximo artículo.
¡Hasta la próxima! 😁